Un día de spa tiene algo especial que hace que sea muy relajante. El ambiente está creado para ser lo más tranquilo posible, desde las toallas blancas impolutas hasta los sonidos y olores que inducen a la calma. Su baño puede hacerle sentir lo mismo. Aquí tiene algunos consejos para que el espacio donde se consiente en su casa sea tan relajante como un spa de lujo.
Prepare agua aromatizada
Muchos spas ofrecen agua con cítricos o pepino a su llegada. Recree esta experiencia antes de relajarse: remoje rodajas de limones, limas, fresas o pepinos en agua fresca. Hágalo el día anterior para lograr el máximo sabor. El agua lo mantendrá hidratado y le hará bien a la salud.
Deleite los sentidos
Para lograr una buena experiencia de spa, apele a todos los sentidos, no solo a la vista. Tómese un momento para pensar qué aromas le resultan más reconfortantes; algunas buenas opciones son la lavanda, la vainilla y el jazmín. Elija un rociador ambiental, una vela o un aceite esencial para difundirlo: algo que le recuerde a su spa favorito. Piense también en lo que oye. Quizá le guste una aplicación que reproduzca el canto de los grillos, agua cayendo o las olas rompiendo en la orilla. Dicho esto, si siempre está rodeado de tráfico ruidoso, niños y los sonidos de la ciudad, el silencio puede ser lo mejor.
